Hoy os traigo una receta de pastas de limón inventada por mí y que fui haciendo sobre la marcha. Os cuento.
Ayer fui a Hipercor y me hice (¡por fin!) con la harina Mix Dolci C de
Shär, un producto que tenía bastantes ganas de comprar para poder hacer mis
“obras reposteras” sin pizca de gluten.
Para los que no conozcáis este producto, la Mix Dolci C de Shär es un preparado
sustitutivo de la harina convencional creado específicamente para cocinar con
éxito todo tipo de repostería: galletas, tartas, bizcochos, dulces navideños,
masa quebrada para pastas, magdalenas, gofres, budines y cremas. Se trabaja
fácilmente y, mezclada con el resto de productos de la receta que queráis
hacer, da lugar a una masa esponjosa y delicada.
Sus ingredientes son: almidón de maíz, harina de
maíz, espesante: harina de semillas de algarroba (contiene trazas de altramuz).
No contiene ni gluten, ni trigo, ni lactosa y tampoco cuenta
con añadidos de leche, de soja o de huevo, por lo que se convierte en un
producto apto para toda esa gente alérgica o intolerante a alguno de estos
alimentos.
Como veis en la imagen, el paquete trae 1 kilogramo de
producto y su precio ronda los 4’50€.
Pues bien, como amanecí con bastantes ganas de probarla, decidí inventarme unas galletas de limón suaves. La cosa quedó de la siguiente manera:
Ingredientes
175 gr de harina Mix Dolci C de Shär
1 cucharadita de levadura en polvo
2 huevos
75 gr de azúcar
Una cucharada bien llena de mantequilla de origen vegetal
(yo utilicé la de soja de la marca Provamel)
Zumo de medio limón
Para el decorado: mermelada de fresa.
Preparación
Ponemos en un bol los huevos, el azúcar, el zumo de limón y
la mantequilla a temperatura ambiente. Batimos todo bien hasta que quede todo
bien mezclado.
A continuación, ponemos la harina mezclada con la levadura
encima de una superficie plana (encimera, mesa…) bien limpia. Formamos una
montañita con ella y hacemos un agujero en el medio, como si tratáramos de
hacer una especie de volcán. En ese agujero, echamos la mezcla anterior y vamos
mezclando poco a poco con las manos, hasta que quede una masa homogénea y
compacta que no se nos queda pegada a los dedos (si se nos queda pegada,
echaríamos un poquito más de harina hasta conseguirlo).
Una vez hecha la masa, hacemos una bola con ella, la
colocamos en un bol o plato hondo y la taparemos con film transparente para así
meterla en la nevera aproximadamente una hora.
Transcurrida esa hora, ponemos a precalentar el horno a 180º
sin la bandeja. Sobre esta última, colocaremos un trozo de papel de horno que
cubra toda la superficie.
A continuación, sacamos la masa de la nevera, cogemos
pequeños trozos de ella y formamos bolitas, que después aplastaremos con las
palmas de las manos y colocaremos sobre el papel de horno.
Una vez dispuestas en la bandeja, con un dedo hundiremos un
poquito el centro de cada galleta. Sobre esa zona hundida, pondremos una
pequeña cantidad de mermelada de fresa.
Para finalizar, metemos la bandeja en el horno y horneamos unos 30 minutos,
hasta que veamos que los bordes se empiezan a dorar. Sacamos las galletas del
horno y las ponemos a enfriar sobre una rejilla.
Una vez frías, ¡toca probarlas y dar a probar!
-----------------------
A pesar de ser improvisadas, puedo deciros que salen unas
pastitas muy buenas. Quizá para la próxima vez que las haga me atreva a echarle
el zumo de un limón y no de medio para que tengan aún más sabor.
Y como digo yo siempre: “para muestra, un botón”. Aquí
os dejo una foto para que veáis cómo me quedaron.
¡Espero que os gusten!
Si os queda alguna duda de la receta, dejadme un comentario
aquí abajo, o sino en Facebook o en Twitter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario